Se
dirige al despacho del decano para entregar el informe.
-Llego
bastante tarde. Espero que siga dentro.- Piensa el muchacho.
Toc,
toc.
-Pasa.-
Se escucha dentro.
-Bien.
Todavía está aquí.- Piensa Lavith dando un suspiro. -¡Voy!-
Al
entrar ve a su tío sentado en su sillón detrás del escritorio.
Se
cruza de brazos diciendo. –Lavith…-
El
muchacho con la cabeza agachada por vergüenza dice. –Siento llegar tarde.-
-No
pasa nada.-
Extrañado
piensa. –Mi tío está actuando de forma extraña. Parece absorto en algo.- Deja
unos papeles en el escritorio diciendo. –Aquí está el informe que me pediste.-
-Oh…-
Hojea el informe por encima. –Ya veo…-
De
repente se levanta de la silla en dirección al armario. En él guarda una amplia
colección de licores, algunos muy caros.
El
muchacho piensa confuso. -¿Está mal de la cabeza? Está abriendo una caja fuerte
oculta delante de mis narices.-
Se
abre la caja fuerte y el decano deja el informe dentro. La cierra diciendo.
–Buen trabajo.-
-Gracias.-
Se
sienta en su sillón el decano diciendo. –Todavía tengo algunos asuntos
importantes que tratar contigo, pero ahora mismo debo asistir a una reunión muy
importante. Mandaré a alguien para que te recoja cuando termine. ¿Podrás
esperar un poco?-
-¿Cosas
importantes?- Piensa Lavith
-¿Te
parece bien?-
-Sí,
no me importa.- Dice el muchacho.
-Entonces,
te puedes marchar.-
Se
da media vuelta Lavith. –Mmm… ¿Puedo hacerte una pregunta?-
-Por
supuesto.-
-¿Conoces
bien a la señorita Sonia?-
-Sí,
claro.- Afirma el decano. –Ella es la razón por la que se convoca la reunión.-
-¿Ocurre
algo malo?- Pregunta Lavith.
-Preferiría
hablar más tarde sobre eso.-
-De
acuerdo.-
-Nos
vemos luego.-
-Sí.
Adiós…- Se despide Lavith.
Sale
del despacho. -¿Qué debería hacer mientras espero? Mmm… Miriam decía que María
me estaba buscando.-
Sube
al primer piso y al pasar cerca de la sala de arte piensa. –Ayer, aquí, en la
sala de arte, Tommy y Laura estuvieron…- Las ganas de estornudar le interrumpe.
–No comprendo el comportamiento de Tommy. Normalmente es muy amable y educado,
pero delante de Laura se vuelve agresivo y violento. La última vez le pidió
romper con ella. Por otra parte, pensaba que Laura estaba… saliendo con él en
contra de su voluntad. Tommy era muy agresivo, pero… Por lo que vi ayer, Laura
le gusta cómo actúa.-
Sigue
su camino por todo el pabellón alfa, pero no encuentra nada fuera de lo norma
ni a María. Al salir se encuentra con Yuta.
-Eh,
Lavith.-
-Oh,
Yuta. Tienes la cara roja.- Saluda el muchacho.
-Sí,
estoy con un resfriado. Me voy corriendo a mi habitación.-
-Cuídate.-
-Sí,
gracias.- Se despide Yuta.
…
-Espera.-
Grita el muchacho, pero Yuta no se da cuenta. –He olvidado preguntarle sobre lo
de anoche.-
De
camino a las pistas piensa. –Anoche conseguí que María me confesara que es la
persona que conocí hace mucho tiempo en mi infancia. Me dijo que está en algún
tipo de unidad policial investigando las “desapariciones” que están ocurriendo
en esta escuela. Podría sonar a una locura sin sentido, pero no creo que esté
mintiendo. María… para mí era como una hermana mayor. Mi hermana de hace cinco
años, que siempre venía a visitarme cuando tenía un ataque… Lo que significa
que todavía tendrá veintitantos.-
Llega
a las pitas pero no ve a nadie.
-¡Lavith!-
Saluda alguien detrás de él.
Se
gira y reconoce a María que viene hacia él con la ropa deportiva. –Ah, hola,
María.-
Alumnos
salen del gimnasio y caminan a los lados del muchacho.
-Espera.
¿No pasa nada porque hablemos delante de otras personas?- Pregunta Lavith.
-No
te preocupes. La gente no sospechará solo por vernos hablar, ¿no?-
-Tienes
razón.-
-Además,
¿me prometes no hacer nada estúpido?-
Algo
confuso pregunta él. -¿Por qué me preguntas algo así?-
-Hoy
has hecho novillos, ¿no? Otros tampoco han ido por el resfriado, así que no se
habrán dado cuenta… Si no estabas en clase, estabas haciendo otras cosas en
otro sitio, ¿no?-
-¿Ha
afectado el resfriado a tanta gente?- Pregunta el muchacho.
-¿No
lo sabías? Igual cancelan todas las clases y cierran la escuela.-
El
muchacho piensa. –Vaya, no sabía que fuera tan grave.- Mira alrededor a los
alumnos y dice. –No veo a demasiada gente enferma. No da la sensación de que
haya pasado algo así…
-¿Pero
no crees que ahora asisten menos estudiantes a clase que antes?... ¡Eh, no
cambies de tema!-
-¿Estás
segura de que deberíamos hablar de esto aquí?-
-No
pasa nada. ¿Qué hay de malo en que un compañero de clase te pregunte sobre lo
de haber hecho novillos?-
-Vale.
No he hecho nada en especial. Tan solo he ido a la sala de lectura a escribir
algunas cosas.-
Entrecierra
los ojos María diciendo. –Así que eso, ¿eh?-
El
muchacho piensa. –Mierda. Espero que no me pregunte por lo que estaba
escribiendo.- Sigue mirando a ella y dice. –Verás, he estado investigando sobre
el “aroma” del club de la ceremonia del té.-
-¿Justo
después de ser transferido?- Pregunta María.
-Es
mi naturaleza. Tengo que saciar mi curiosidad.-
-¿Y
qué tiene que ver eso con “escribir algunas cosas”?-
-Me
ayuda a organizar mis ideas y me permite pensar con más claridad.-
La
mirada de María se vuelve seria y piensa el muchacho. –Estoy completamente
jodido.-
Un
silencio envuelve a los dos.
-Eh,
fuiste tú quien me dijo que me quedase en la sala de lectura.- Dice el
muchacho.
-Es
verdad. Eso es lo que tienes que hacer. No llames la atención, ¿vale?-
Lavith
suspira aliviado. –Pero ¿cuánto tiempo tendré que estar haciendo esto? No me
digas que me voy a pasar ahí la mitad del año.-
-¿Por
qué tendría que saberlo? Aunque…-
-¿Sí?-
Pregunta él.
-No
te puedo dar detalles, pero creemos que vamos a averiguar un montón de cosas
esta noche.-
Algo
confuso pregunta el muchacho. -¿Esta noche?-
-Así
que ya sabes cuándo debes quedarte en tu habitación, ¿vale?-
-Esta
noche, ¿eh?-
María
se aleja sin despedirse.
-¿Eh?
¿María?-
…
Un ligero silencio se produce y ve a María dirigirse a la residencia femenina
sin mirar atrás.
-Vaya,
parece que ha visto a un bedel… Vi a una persona parecida cerca de la
residencia femenina… Estoy seguro de que hay algunos tipos de seguridad
haciéndose pasar por bedeles. En realidad, podrían ser miembros de una
organización criminal… Ciertamente pueden serlo…- Piensa el muchacho.
Al
llegar al edificio principal, observa a los estudiantes charlar entre ellos,
pero son pocos. Sube al segundo piso y se encuentra a la señorita Leticia en el
pasillo.
-Parece
cansada.- Piensa el muchacho.
La
señorita Leticia sin decir nada pasa de largo.
-Como
si decirme “hola” le costase una barbaridad.- Piensa el muchacho mientras ve a
la señorita Leticia levantar la mano y dirigirse hacia las escaleras.
-Hay
un resfriado chungo por ahí. Debe ser muy duro para ella…- Piensa.
Se
apoya en la barandilla y observa a los estudiantes. -¿Sabrán lo del disparo?
Mmm… ¿Dónde estará Yuta?-
Baja
al Jardín Luna y ve a lo lejos a Yuta dirigirse a la biblioteca. Le sigue y al
entrar Lavith no encuentra a nadie.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.