Tarde.
Se
dirige a la residencia masculina sin prisa alguna. Se está haciendo bastante
tarde y el sol está a punto de ponerse.
-La
escuela mañana estará cerrada. Debería reorganizar un poco mis pensamientos.-
Piensa mientras sube a su dormitorio.
Se
sienta en la cama pensando. –En primer lugar, mi tío me ordenó investigar si
había problemas en la escuela. Y ayer… me enteré de que todo el mundo está
estresado porque se sienten obligados a portarse bien para evitar ser
expulsados de la escuela. Y que intentan librarse de ese estrés mediante el
“aroma”. Creo que es por eso por lo que me siento bastante incómodo por aquí.
Hay demasiada tensión. Pero no parece haber ningún problema a excepción del
“aroma”. Mmm… Lucía lo trajo después de las vacaciones de verano. Me pregunto
qué hacían antes de eso. Supongo que hubo problemas, pero es posible que mi tío
utilizase su autoridad para atajarlos. Será por eso que los incidentes del
ataque a la señorita Sonia y el disparo de ayer no hayan salido a la luz.
Posiblemente esté intentando por todos los medios evitar el caos… No hay nada
que pueda hacer respecto a eso.-
Cierra
los ojos y se tumba en la cama, pero su cuerpo choca con algo.
-¡Ay!-
Mete
la mano en el bolsillo de la chaqueta tocando algo duro. –La cinta de video…-
Se
toca el cuello y recuerda lo que pasó con Tommy, el presidente del Consejo
Estudiantil… -No parece el mismo de siempre. ¿Por qué se enfadó?- Piensa el
muchacho.
Mira
la cinta pensando. –Creo recordar que Yuta era un rarito de esos que tienen un
reproductor de video en su habitación. Me pasaré a ver.
Abandona
su dormitorio y llega a la puerta de Yuta. Las montañas impiden que llegue el
sol a su habitación, así que está completamente a oscuras.
-Posiblemente
no haya salido de aquí por culpa del resfriado… aunque.-
Toc,
toc.
-¡Eh,
Yuta!- Dice Lavith.
Toc,
toc.
Una
voz procedente de dentro pregunta. -¿Quién es?-
-Soy
yo, Lavith.-
-Ah,
Lavith. Pasa.-
-Parece
que lo he despertado. Pobrecillo.- Piensa mientras abre la puerta.
Al
entrar se sorprende mucho Lavith. El cuarto es un completo desorden: comics por
el suelo, DVDs por todos lados de la habitación, peluches, dolls… Apenas hay
espacio para estar.
Yuta
sale del aseo con un pijama con osos estampados. –Siéntate en algún sitio.-
-Pero,
¿dónde?- Pregunta el muchacho mirando a todas partes.
-¿Sorprendido?-
Pregunta Yuta.
Se
sienta en un lado de la cama diciendo. –Tienes un montón de aficiones, ¿eh?-
-Me
gustan las cosas únicas.- Dice Yuta con una sonrisa.
-Pero
es que no se puede ni pasar por aquí.-
-Lo
siento. No se me da nada bien limpiar.-
-No
pasa nada. Siento haberte despertado estando enfermo.-
Yuta
niega con la cabeza. –No te preocupes. ¿Quieres jugar a algún videojuego? ¿O
prefieres ver una película?-
-Se
le ve bastante sereno. Posiblemente no se haya enterado todavía de lo de
Saburo. Quizá si le dijese que ha muerto de viejo… No.- Piensa Lavith al ver a
Yuta sonriendo.
Yuta
mira a Lavith y pregunta. -¿Hola?-
-No,
nada. En realidad pasaba por aquí y…-
-¿Sí?-
Pregunta Yuta.
-¿Tienes
algún reproductor de video de ocho milímetros?-
-Sí.
Se puede ver en ese televisor de ahí.- Dice Yuta señalando al televisor.
-¿En
serio? Verás, tengo esta cinta y…-
-Ah,
vale. Veámosla. Espero que esté en buenas condiciones.-
-¿Qué
quieres decir?- Pregunta Lavith.
-Hace
mucho que no lo uso. Espera un momento.-
-Vale.-
-Permíteme
comprobar los cables.- Dice Yuta conectando el reproductor.
Echando
otro vistazo piensa Lavith. –Menudo desastre. Esos muñecos y pijamas… Mmm… ¿Qué
es este olor? El uniforme de la escuela está embutido en una bolsa de
plástico.-
-Mmm…
Yuta.- Dice Lavith.
-Tengo
que poner esto aquí y… ¿Sí?-
-¿Por
qué has tirado tu uniforme?-
Yuta
mirando al techo contesta. –Esto… Se… se rompió anoche y…-
-¿Se
rompió?-
-Sí.
Es que verás, volvieron a acosar a Saburo otra vez.-
-¿Quiénes?-
Pregunta Lavith.
-No
los conoces, pero son seguidores de David.-
Cierra
los ojos Lavith pensando. –Así que fueron ellos los que mataron a Saburo en el
paseo.-
-Pero,
por supuesto, no soy bueno peleando, así que huí.- Dice Yuta.
El
muchacho sigue con los ojos cerrados.
-¿Lavith?-
Pregunta Lavith.
-Sí.
Y Saburo tampoco es estúpido. Posiblemente hiciera lo mismo.-
-Sí.
Eh, esto ya está.-
-Bien.-
-A
todo esto, ¿qué vamos a ver?- Pregunta Yuta.
-Toma.-
Le da la cinta.
-¿Qué
es esto?- Pregunta mirando la cinta.
-No
lo tengo muy claro.-
-¿De
dónde la has sacado?- Pregunta Yuta.
-La
encontré.-
-¿Sí?-
-Ah,
por cierto, ¿te importa si la veo solo?-
Sorprendido
Yuta pregunta. -¿Qué?-
-Podría
ser algo privado, ya sabes.-
-Vale.
Entendido. Estaré en el cuarto de baño. Gracias.-
-Gracias.-
-Sin
problema. Esto… Simplemente tienes que pulsar el botón de reproducción.-
-Gracias,
Yuta.-
-Ah,
y puede que la calidad de imagen no sea muy buena.-
-Vale.-
-Hasta
ahora.- Se despide Yuta.
Entra
Yuta al cuarto de baño y piensa Lavith. –Debería darme prisa. No quiero que una
persona enferma espere fuera mucho rato… El botón de reproducción…-
Pulsa
el botón.
-Se
oyen unos ruidos raros. Espero que sea normal. Aquí está ya se ve la imagen.-
El muchacho se sorprende ante lo que ve y piensa. -¡Es… ¿Laura?!-
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