Capítulo 61



Tarde.

            Se dirige a la residencia masculina sin prisa alguna. Se está haciendo bastante tarde y el sol está a punto de ponerse.

            -La escuela mañana estará cerrada. Debería reorganizar un poco mis pensamientos.- Piensa mientras sube a su dormitorio.

            Se sienta en la cama pensando. –En primer lugar, mi tío me ordenó investigar si había problemas en la escuela. Y ayer… me enteré de que todo el mundo está estresado porque se sienten obligados a portarse bien para evitar ser expulsados de la escuela. Y que intentan librarse de ese estrés mediante el “aroma”. Creo que es por eso por lo que me siento bastante incómodo por aquí. Hay demasiada tensión. Pero no parece haber ningún problema a excepción del “aroma”. Mmm… Lucía lo trajo después de las vacaciones de verano. Me pregunto qué hacían antes de eso. Supongo que hubo problemas, pero es posible que mi tío utilizase su autoridad para atajarlos. Será por eso que los incidentes del ataque a la señorita Sonia y el disparo de ayer no hayan salido a la luz. Posiblemente esté intentando por todos los medios evitar el caos… No hay nada que pueda hacer respecto a eso.-

            Cierra los ojos y se tumba en la cama, pero su cuerpo choca con algo.

            -¡Ay!-

            Mete la mano en el bolsillo de la chaqueta tocando algo duro. –La cinta de video…-

            Se toca el cuello y recuerda lo que pasó con Tommy, el presidente del Consejo Estudiantil… -No parece el mismo de siempre. ¿Por qué se enfadó?- Piensa el muchacho.

            Mira la cinta pensando. –Creo recordar que Yuta era un rarito de esos que tienen un reproductor de video en su habitación. Me pasaré a ver.

            Abandona su dormitorio y llega a la puerta de Yuta. Las montañas impiden que llegue el sol a su habitación, así que está completamente a oscuras.

            -Posiblemente no haya salido de aquí por culpa del resfriado… aunque.-

            Toc, toc.

            -¡Eh, Yuta!- Dice Lavith.

            Toc, toc.

            Una voz procedente de dentro pregunta. -¿Quién es?-

            -Soy yo, Lavith.-

            -Ah, Lavith. Pasa.-

            -Parece que lo he despertado. Pobrecillo.- Piensa mientras abre la puerta.

            Al entrar se sorprende mucho Lavith. El cuarto es un completo desorden: comics por el suelo, DVDs por todos lados de la habitación, peluches, dolls… Apenas hay espacio para estar.

            Yuta sale del aseo con un pijama con osos estampados. –Siéntate en algún sitio.-

            -Pero, ¿dónde?- Pregunta el muchacho mirando a todas partes.

            -¿Sorprendido?- Pregunta Yuta.

            Se sienta en un lado de la cama diciendo. –Tienes un montón de aficiones, ¿eh?-

            -Me gustan las cosas únicas.- Dice Yuta con una sonrisa.

            -Pero es que no se puede ni pasar por aquí.-

            -Lo siento. No se me da nada bien limpiar.-

            -No pasa nada. Siento haberte despertado estando enfermo.-

            Yuta niega con la cabeza. –No te preocupes. ¿Quieres jugar a algún videojuego? ¿O prefieres ver una película?-

            -Se le ve bastante sereno. Posiblemente no se haya enterado todavía de lo de Saburo. Quizá si le dijese que ha muerto de viejo… No.- Piensa Lavith al ver a Yuta sonriendo.

            Yuta mira a Lavith y pregunta. -¿Hola?-

            -No, nada. En realidad pasaba por aquí y…-

            -¿Sí?- Pregunta Yuta.

            -¿Tienes algún reproductor de video de ocho milímetros?-

            -Sí. Se puede ver en ese televisor de ahí.- Dice Yuta señalando al televisor.

            -¿En serio? Verás, tengo esta cinta y…-

            -Ah, vale. Veámosla. Espero que esté en buenas condiciones.-

            -¿Qué quieres decir?- Pregunta Lavith.

            -Hace mucho que no lo uso. Espera un momento.-

            -Vale.-

            -Permíteme comprobar los cables.- Dice Yuta conectando el reproductor.

            Echando otro vistazo piensa Lavith. –Menudo desastre. Esos muñecos y pijamas… Mmm… ¿Qué es este olor? El uniforme de la escuela está embutido en una bolsa de plástico.-

            -Mmm… Yuta.- Dice Lavith.

            -Tengo que poner esto aquí y… ¿Sí?-

            -¿Por qué has tirado tu uniforme?-

            Yuta mirando al techo contesta. –Esto… Se… se rompió anoche y…-

            -¿Se rompió?-

            -Sí. Es que verás, volvieron a acosar a Saburo otra vez.-

            -¿Quiénes?- Pregunta Lavith.

            -No los conoces, pero son seguidores de David.-

            Cierra los ojos Lavith pensando. –Así que fueron ellos los que mataron a Saburo en el paseo.-

            -Pero, por supuesto, no soy bueno peleando, así que huí.- Dice Yuta.

            El muchacho sigue con los ojos cerrados.

            -¿Lavith?- Pregunta Lavith.

            -Sí. Y Saburo tampoco es estúpido. Posiblemente hiciera lo mismo.-

            -Sí. Eh, esto ya está.-

            -Bien.-

            -A todo esto, ¿qué vamos a ver?- Pregunta Yuta.

            -Toma.- Le da la cinta.

            -¿Qué es esto?- Pregunta mirando la cinta.

            -No lo tengo muy claro.-

            -¿De dónde la has sacado?- Pregunta Yuta.

            -La encontré.-

            -¿Sí?-

            -Ah, por cierto, ¿te importa si la veo solo?-

            Sorprendido Yuta pregunta. -¿Qué?-

            -Podría ser algo privado, ya sabes.-

            -Vale. Entendido. Estaré en el cuarto de baño. Gracias.-

            -Gracias.-

            -Sin problema. Esto… Simplemente tienes que pulsar el botón de reproducción.-

            -Gracias, Yuta.-

            -Ah, y puede que la calidad de imagen no sea muy buena.-

            -Vale.-

            -Hasta ahora.- Se despide Yuta.

            Entra Yuta al cuarto de baño y piensa Lavith. –Debería darme prisa. No quiero que una persona enferma espere fuera mucho rato… El botón de reproducción…-

            Pulsa el botón.

            -Se oyen unos ruidos raros. Espero que sea normal. Aquí está ya se ve la imagen.- El muchacho se sorprende ante lo que ve y piensa. -¡Es… ¿Laura?!-

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