Capítulo 62



            En el televisor se ve a Laura tirada en el suelo en posición fetal; la falda subida, las bragas bajadas y la camisa abierta enseñando los pechos. Parece humillada y violada.

            -No debería excitarme demasiado. ¿Cuándo se grabó?- Piensa mientras escucha los gemidos de Laura. –No debería excitarme esto… Debería bajar el volumen.-

            La mano de Laura se dirige a su entrepierna e introduce los dedos en su vagina. Un hombre aparece desnudo con su miembro duro, grande y deseando ser introducido.

            Agarra a Laura de la cintura colocándola a cuatro patas. La agarra del culo con firmeza e introduce el miembro en la vagina haciéndola gozar.

            -¡Ahh! ¡Sí! ¡Ahh!- Gime Laura.

            -¿Te gusta follar en el suelo?- Pregunta el  hombre mientras azota el culo de Laura.

            -¡Sí! ¡Qué placer!- Gime Laura.

            -Sí, eres así de zorra.- Sigue azotándola.

            -No, para. Ahh. Ahh.-

            -Eh, el presidente del Consejo Estudiantil te está viendo. Enséñale algo más.-

            Laura se muerde el labio y con una mano se agarra un pecho mientras sigue gozando.

            -¡Sí! ¡Sí! ¡Más! ¡Más rápido! ¡No pares!-

            Más hombres aparecen desnudos, pero el que está con Laura dice. –Tíos, esperad a que esta zorra pida más.

            -¡Ahh! ¡Ahh!-

            Lavith con los ojos entrecerrados piensa. -¿De quién es esa voz? La imagen y el sonido son bastantes malos, así que no sabría decirlo.-

            -¡Uhh! ¡AH!-

            -Es hora de que le digas al presidente del Consejo Estudiantil lo zorra que eres.-

            -¡Oh, no! ¡Ahh! ¡Por favor, no! ¡Ahh!-

            -¿Qué has dicho?-

            -¡Por favor! ¡Ahhh!-

            De repente todo el cuarto se queda a oscuras.

            -¿Eh?- Pregunta Lavith. –Las luces se han apagado.-

            La luz del atardecer alumbra el dormitorio.

            -Está saliendo humo del reproductor.-

            -¡Mierda! ¡Esto no va bien!- Dice Yuta saliendo del cuarto de baño.

            -¿Qué?- Pregunta Lavith.

            -¡Rápido, apaga el interruptor!-

            -¿Qué? ¡Oh, mierda! Se está quemando.- Dice Yuta al ver un pequeño fuego en el reproductor.

            Apagan el fuego y vuelven a subir los automáticos. Se encienden las luces y ventilan un poco para que se vaya el humo. Los dos suspiran de alivio.

            -Qué desastre. Aunque bueno, de todas formas ya era bastante viejo.- Dice Yuta.

            -Pero era muy caro, ¿no? Lo siento.-

            Yuta se queda mirando el reproductor sin decir nada.

            Recordando la cinta, Lavith piensa. –Quizá lo mejor era que se destruyese esa cinta. Podría haber causado muchos problemas.-

            Los dos se quedan cayados y dice Lavith. –A todo esto, ¿desde cuándo estás aquí?-

            -Prácticamente desde el principio.-

            -Entonces, no hables con nadie de esto, ¿vale?-

            -Pues claro que no. ¿Qué ganaría con eso?- Dice Yuta.

            -Nada, por eso no debes hacerlo. Todo va a salir bien.-

            Yuta consigue sacar la cinta del reproductor y pregunta. -¿Qué quieres que haga con la cinta?-

            -Tírala.-

            -Vale.- Dice Yuta.

            -Siento haberte molestado Yuta.-
           
            -¿Qué vas a hacer ahora?- Pregunta Yuta un poco preocupado.

            -Voy a buscar a Laura.-

            -¿Le hablarás sobre la cinta?-

            -Mmm… Posiblemente sí.-

            Sorprendido pregunta Yuta. -¿En serio?-

            -¿Es eso todo lo que quieres preguntar?-

            Yuta se levanta y en su rostro se refleja seriedad. –Umm… No estoy seguro de si debo contarte esto, porque solo es un rumor, pero…-

            -Sigue.- Dice Lavith.

            -No es la primera vez que ocurre.-

            -¿Qué quieres decir?- Pregunta Lavith.

            -Ya había pasado con anterioridad. Fue durante las vacaciones de verano, así que es bastante reciente. No sé lo que pasó en ese campamento, pero el ex novio de Laura… Llamésmole señor A. Le sucedió algo y todo el mundo fue detrás de ella. Finalmente, el señor A se cabreó y fue expulsado de la escuela después de patear unos cuantos traseros. Recuerdo la razón exacta de por qué el señor A se enfadó tanto… Vio una cinta en la que se veía a Laura siendo violada por esos tíos. Y parece que está volviendo a pasar lo mismo otra vez. Que por cierto, el tipo que lo detuvo fue el presidente del Consejo Estudiantil. Y ese es el final de la historia.-

            -Entonces tenemos que hacer algo.-

            -¿Por qué? Yo creo que Laura es la única que tiene un problema. Es un poco putilla, ¿sabías? Volverá a meterse en problemas. Es un buen objetivo para los tíos con un calentón.-

            Lavith cierra los ojos suspirando.

            -¿He dicho algo malo?-

            -Comprendo lo que dices, pero no estoy totalmente convencido…-

            -Además, la escuela borró todo rastro del incidente. Para ellos nunca ocurrió.-

            -Mi tío, menuda persona.- Piensa Lavith.

            -No tengo ninguna intención de involucrarme, así que estás solo.- Dice Yuta bastante serio.

            -Eh, ¿por qué te pones así con este tema?-

            -No ayudaré a gente que no sea mi amiga. Además, no tengo ni idea de qué tiene Laura en mente.-

            -Mmm…-

            -Si te quedas más tiempo por aquí, te comeré la cabeza aún más.-

            -Es cierto. Debería marcharme.- Dice Lavith.

            -Sí.- Afirma Yuta.

            Lavith abandona el dormitorio saliendo al pasillo.

            -¿Por qué le estoy aconsejando? Me ha parecido oír a Yuta decir algo. En cualquier caso, debería buscar a Laura. Si me la encuentro, ¿qué le debería decir? ¿Adónde debería ir? Quizá a la sala de arte…-

            Deja la residencia y una luz roja del atardecer ilumina la pared y los baños. No se ve a ningún estudiante por los alrededores, solo a unos cuantos bedeles embutidos en sus uniformes grises.

            En el campo principal no hay ningún bedel limpiando, solo está el frío viento y el sol poniéndose. Se ve una furgoneta aparcada en la otra parte de la valla.

            Llega a la planta baja del edificio principal. Normalmente un montón de estudiantes inundan el lugar, pero hoy está muy tranquilo. El sol se esta poniendo por encima del solitario jardín Luna.

            El muchacho echa un vistazo rápido hasta que ve la silueta de una chica en el primer piso.

            -¿Laura?-

            Sube al primer piso en busca de Laura pero no hay ni un alma en el pasillo tintado de rojo. Se puede oír débilmente algunas voces en los otros pisos.

            -¿Mmm?- Algo llama la atención del muchacho. –Escucho a dos personas hablando por aquí cerca.-

            Se acerca a las dos veces. –Vaya, la puerta de esa clase está ligeramente abierta. ¿Quién es esa chica?- Piensa al escuchar la voz de una chica.

            Se asoma con cuidado pensando. –Es Lucía y… Miguel Ángel, de la oficina. Parece que él está dando clases. Ahora que lo pienso, nunca lo he visto de esta forma… Parece que sólo habla con Lucía. Cuanto más los miro… ¿Podría ser Miguel Ángel el tipo de las vendas? … Lucía tiene las mejillas coloradas.-

            Retrocede y se aleja pensando. –Parece que está practicando lo que Miriam le decía.-

            Se recorre el primer piso y el segundo pero no consigue encontrar a Laura. Así que camina fuera del edificio principal.

            Con sus últimos minutos de sol, ve a una chica pequeña en la orilla del lago.

            -¿Sara?- Se pregunta Lavith al verla. –Me dijeron que estaba demasiado enferma como para venir a la escuela.-

            La chica mira al agua y al rato se va. El muchacho entra en el pabellón alfa y sube al primer piso. Se acerca a la sala de arte y toca en la puerta.

            Toc, toc.

            Coloca la mano en el pomo y gira pero la puerta está cerrada. No se escucha nada en su interior.

            -¿Dónde estará?-

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