…
La cortina de la habitación del hospital se está moviendo. ¿Por qué estoy despierto? ¿Por el aire frío? O es alguien que me está observando… no… no lo es.
Ruido… ¿el sonido de la tormenta? La ventana rota y pisadas allí…
¿Hay alguien ahí?
¿Sonriendo…?
¡…! ¿Eso es… la mano de un hombre…?
Sus uñas son largas y afiladas… y parece su mano quemada.
Agarra mi cuello, está diciéndome algo…
La sangre sale a chorros de mi cuello… noto el dolor.
Muriendo… ¿me estoy muriendo?
Ojos… Su cara la he visto en algún lugar…
…
Un sueño… el mismo otra vez.
Ahí está “la puerta”. Oigo el “canto”… Oigo su voz… Puedo oír a alguien cantar. La voz de una chica puede oírse en el viento.
No, espera. Es una voz que nunca había oído antes. Mi corazón late. ¿Quién eres?
…
Tú eres…
…
“El contrato está terminando.”
…
¿Quién eres?
“Estoy aquí sin estar hechizado por el canto.”
… Eres…
“Pero todo terminó.”
…
“Escucha el canto…”
¡No!
“Escúchalo otra vez…”
No, no quiero.
“El contrato está terminado”
Cálmate…
“Recuerda quien eres…”
Tú eres… ¡Cálmate!
Mi corazón palpita.
…
Que…
“Eres…”
Mi corazón vibra.
“Eres…”
Late más y más rápido.
“…”
…
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