Capítulo 2

Lavith se dirige al aseo, cierra los ojos y respira profundo pensando –¿Un chupetón?- Se mira la herida en el espejo, pero… con duda dice –No creí que pareciera un chupetón.- Se toca en la cicatriz… -No puede ser un chupetón porque… nunca he podido.-

            Tras un rato de silencio vuelve a verse en el espejo –Pues sí, parece un chupetón, ¿cómo llegó ahí? …Bonito lugar para herirse… Solo es una herida, probablemente choque con algo.-

            Se quita las gafas un momento y se lava la cara, volviendo a fijarse en el chupetón piensa –Debo ser muy bueno para ligarme una chica el primer día y traerla a mi cuarto.-

            Una extraña visión pasa por su cabeza como si fuera un destello y hace que tropiece. -¡Wow!- Se detiene en la pared antes de caer, se coloca la mano en la cabeza y se sienta un poco –Me siento mareado, debo de estar alucinando, vi el rostro de una mujer… pero no la reconozco… ¡Espera un poco! Me estoy desesperando, cálmate.-

            Agarra las gafas y se las coloca, se peina un poco y vuelve a mirarse en el espejo. –Todo está bien, bueno eso creo.-

            Cuando regresa a su cuarto mira el reloj –Son las 8:15.- Agarra la camisa y la abotona –Quizás cubra la herida.- Termina de arreglarse, se pone los zapatos y deja el abrigo –Ya estoy preparado.-

            Sale al pasillo y es la hora en la que los estudiantes se dirigen a la escuela. Aunque no hay muchos estudiantes en esta escuela, se reúnen en un gran grupo, es una gran multitud.

            -Aquí y allá, todos en blanco… Hey, ese aun está en pijamas.- Piensa mientras avanza un poco por el pasillo. –Probablemente es un irresponsable, siempre se les hace tarde, no pueden ser responsables… que infantiles son…- piensa mientras observa a esa persona.

            -Puedo oler el perfume de Tommy en el pasillo.- Cierra los ojos y estornuda.      –Dios, irrita mi nariz.-

            Los cuartos de los maestros están cerca de la entrada al dormitorio de hombres. El edificio tiene 1 piso abajo y 2 superiores, los pasillos son muy largos. Llevan un rato recorrerlos. Hay tantos pasillos y caminos, si no estás acostumbrado puedes perderte.

            -…Wow… Me quedé sin aire…- Recorrer estos lugares desconocidos, le hacen sentir enfermo… -Hacía tiempo que no me sentía así.-

            Una voz a su espalda -¡Buenos días!-

            -¿Qué? ¡Uff!- Da un resoplido para coger aire con más fuerza. -¡Huah!-

            De pronto Lavith siente un golpe en el abdomen dejándolo en el suelo. Sus pulmones quedaron sin aire…

            -¿Qué diablos?- dice la voz extraña.

            Lavith jadea, tomando el aire que puede.

            -Que extraño…- Dice la persona extraña mirando a Lavith.

            -…Oye.- Dice Lavith mientras se levanta.

            -¡Buenos días! ¿Eres el estudiante de intercambio? Soy Yuta, encantado de conocerte.-

            Lavith todavía jadea

            -¿Perdona?- Dice Yuta con tono de duda.

            -Eres… ¿el que chocó conmigo?-

            -¡Sí!- responde Yuta con una sonrisa.

            Lavith se recupera y se acerca –Mira… escúchame bien.-

            Con la sonrisa aun en el rostro asiente con la cabeza -¡Sí!-

           

            Lavith no dice nada y Yuta se queda esperando con rostro de duda a que dijera algo. Pero ninguno de los dos decía nada –Su rostro es infantil- pensó Lavith mientras seguía mirándole sin decir nada.

            -¿No me ibas a decir algo?-

            -… Ah, olvídalo.-

            Yuta con rostro de duda esperando a que le dijera algo Lavith

            -Ay…-  Se agarra el estómago tambaleándose -No creí que fuera tan pequeño, porque el choque fue fuerte. Actualmente soy muy débil.-

            Tras producirse un silencio Lavith se recupera –Bueno Yuta, ¿qué hay? ¿Puedo ayudarte en algo?-

            -Ah, pues sí.- El chaval se sonroja por un instante.

           

            -Tal vez…-

            -Adiós.- Lavith ya se pensaba lo peor tras conocer a Tommy y ahora a Yuta. Parecía que todos querían algo con él. Sin dudarlo se da la vuelta desapareciendo de Yuta.

            -¿Por qué te has ido?-

            -Adiós… No volveremos a chocar de nuevo.-

            Yuta se apresura a ir con Lavith y lo agarra del brazo –Espera, no sé lo que está pasando…-

            Suelta su mano del brazo y molesto le dice -¡Lárgate!, ¡¡¡no molestes!!!-

            -Pero… quiero conocerte más.-

            La ceja de Lavith se levanta al escuchar esas palabras.

            -¡Cálmate, joder! ¿Cómo puedes decir eso?-

            -¡No sé nada sobre ti!-

            -¡Ni deberías!-

            -¡Dime tu nombre por lo menos!-

            Bastante cansado ya de Yuta y manteniendo las distancias dice –Primero el nombre, y ¿después?-

            Ninguno de los dos dice nada, a los minutos Yuta responde –Pregunté como te llamas, aparte te comportas diferente cuando hablas con el Presidente del Cuerpo Estudiantil.-      

            Lavith da un suspiro y Yuta le vuelve a decir –Por cierto… ¿Cuál es tu nombre…?-

            -Lo siento, mi nombre es Lavith, encantado de conocerte Yuta.-

            … La mirada de Yuta cambio a ser seria de repente.

            -¿Qué pasa?-

            -Vi a otras personas…-

            -¿De qué estás hablando?

            -…- Yuta suspira, la situación ha cambiado, ahora es Lavith el que no entiende las cosas.

            -¿Es todo lo qué querías decir?- Pregunta Lavith aun molesto por lo de antes.

            -…-

            La situación ya es demasiado incomoda para Lavith y tenía que cambiar de tema rápido, se fija en el uniforme de Yuta y pregunta –Espera un minuto, ¿de qué grado eres? No me digas que eres de preparatoria.-

            -¿Yo?, voy en primero de preparatoria.-

            -¡No!-

            -Es la verdad…- Parece que le molestó lo que le ha dicho.

            Con la moral en el suelo y los ojos cerrados dice Lavith –Entonces vas en el mismo grado que yo…-

            -¿En serio?- Pregunta alegremente.

            -Pero soy más maduro que él.- pensó para animarse un poco tras imaginarse que podrían a estar juntos.

            -A lo mejor nos toca en la misma clase.-

            -¿Perdona?- Pregunta Lavith con un poco de esperanza.

            -Sí, mi clase está incompleta y faltan 4 estudiantes.-

            -Ah.-

            -Wow… ¡será divertido!-

            -Eso creo.- Ya no quería imaginarse que estarán juntos.

            -Ah, sí, una cosa más…-

            -¿Otra pregunta? No olvides que hay que ir a clases.-

            -No es nada importante, pero… déjame ver tu cara sin lentes…-

            Asombrado se imagina que es gay y le dice –Olvídalo maricón…-

            -Justo lo que creía.-

            -¿Qué te creíste?-

            -Es que te vi hablando con el Presidente del Cuerpo Estudiantil, te pareces a… Debe haber alguna razón por la que no quieras hacerlo.-
           
            Lavith no dice nada.

            -Pero no preguntaré…- Dice Yuta un poco desanimado.

            -No me importa si tienes cara de niño… No obtendrás nada de mi.-

            Yuta se acerca un poco más preguntando -¿Por qué te enfadas si no tienes nada que ocultar?-

            -Eres listo.-

            -¿Cierto?- Pregunta asombrado.

            Lavith aparta la mirada de Yuta diciendo –Bueno debo irme ya.-

            -¡Mierda! Hoy me toca limpieza, debo ir al gimnasio.- Se coloca un dedo en el labio mientras mira para el techo.

            -El gimnasio por allí.- señala las escaleras.

            -Ven Lavith, ¿vamos a verlo?-

            … Se produce un silencio y acaba dando un suspiro Lavith pensando –No pilla mis indirectas…-

            -¿Vamos? Pero date prisa.-

            -Está bien, vamos…-

            Yuta comienza a pegar saltos de alegría alrededor de Lavith –¡Síííí!-

            -Este tío es alegre…- Piensa mientras comienzan a andar hacia las escaleras.

Capítulo 1

Día 1. Mañana.

            Abre los ojos y se toca el cuello. –No hay heridas… Siento que he soñado esto anteriormente. Fui decapitado… No es un buen sueño… Los doctores dicen que es un efecto post-traumático de la niñez… Debo levantarme ya.-

            Se incorpora de su cama limpiándose las lagañas. Abre la ventana un poco y una ventisca entra al cuarto. -Es difícil creer que el otoño llegó con brisas como estas. Pero no será mi cuarto para siempre… Oh, sí, Me mudé apenas ayer. El techo no parece de madera, mas bien, parece hecho de concreto…-

            Se acerca un poco a la ventana.
           
            -Puedo ver el cielo gris. La ventana del balcón está un poco abierta y puedo sentir la fría brisa que entra… ¿Será solo hoy o será todo el año igual de frío?-

            Coloca una mano en el cristal de la ventana y mientras se queda mirando el cielo bosteza. –Nubes grises… justo como ayer.- Con la mirada en las nubes piensa –Solo un sueño… Ese equipo médico es del hospital donde estuve hace unos años. Era cuando estaba infectado por un virus desconocido, y tenía que estar en cama. Casi muero, es por esto que sueños como estos son comprensibles. Quizá solo quería escapar del dolor, quizás… Tomé tanta medicina, que por esto mis recuerdos no son tan claros.-

            Abre la ventana, con los ojos cerrados hace una respiración profunda, el chaval podía ver su aliento en el aire frío.

            -Mi nombre es Lavith, tengo 18 años de edad. Hoy empieza la escuela, soy un estudiante de intercambio, esta será mi primera escuela privada… Este es el dormitorio de hombres y tiene una buena vista, puedes ver todo desde aquí.-

            Mirando a todo el terreno de su colegio y asombrado piensa -… ¡Es enorme! Tengo la mejor vista del campus, los edificios son bastantes altos. El tamaño si importa, o ¿no? También veo la biblioteca y el gimnasio.-

            -Estudio en la Escuela Privada Asao, construyeron esta escuela en medio de la nada hace 18 años. Los estudiantes tienen que vivir en el campus. Actualmente hay cerca de 700 estudiantes en la escuela, pero es tan grande, que ni siquiera se ve llena.- piensa mientras se apoya en la barandilla.

            -La gente se ve pequeña desde aquí, es hora de irme preparando. Puedo ver estudiantes uniformados que van por el campo principal, están dispersos por todos lados. La escuela es tan grande que ni en la hora punta se llena… Debo cambiarme.-

            Lavith entra a su cuarto cerrando la ventana, la alarma del despertador comienza a sonar. –Ya son las 8 de la mañana.- dice mientras desconecta la alarma. –Lo tengo que ajustar otra vez. Quizá lo encendiera accidentalmente cuando desempaquetaba ayer en la noche.-

            Toc toc.

            Se acerca a la puerta pensando -¿Quién será?-

            Toc toc.

            -Un momento.-

            Tan pronto que abre, una fuerte esencia golpea su nariz y estornuda, saca un pequeño pañuelo y se limpia. Con la mirada agachada escucha una voz –Buenos días.-

            Alza la vista y ve a un estudiante vestido de blanco que parece ser el uniforme, su pelo es rubio y lo tiene un poco largo, hasta el cuello. Tras hacerle un rápido examen con la vista piensa -¿quién demonios eres? Creo que este es el que estaba tocando en mi puerta. Trae puesto el uniforme de la escuela, pero no lo había visto antes.-

            El estudiante con tono de simpatía le pregunta –Eres el nuevo estudiante, Lavith, ¿verdad?-

            -Sí…- dice mientras evitaba respirar mucho por la esencia.

            -¿Cómo estás? Soy Tommy.-

            -Hola, que tal…-

            -Soy el presidente del cuerpo estudiantil y director del dormitorio de hombres.-

            -Ah…-

            Tommy ríe un poco.

            Lavith con rostro de pocos amigos y molesto por la esencia dice –No te conozco.-

            -Está bien.-

            -Ah…-

            Se produce un silencio, Lavith no sabía como decirle que le daba igual todo, pero le pregunta a Tommy -¿Qué puedo hacer por ti?-

            -Bueno puedes llamarme Tom.- dice con una pequeña sonrisa.

            -Está bien Tom… ¿qué deseas?-

            -Quiero darte un mensaje de la oficina.-

            -¿Sí?- Pregunta sin ánimos

            -Debes ir a la oficina del Decano.-

            -De acuerdo…-

            -Si no sabes donde es, con gusto te mostraré donde está.-

            -Gracias, pero ya la he visto…- Con los ojos cerrados piensa –A ver cuando se marcha de aquí.-

            Tommy se da la media vuelta y a los pocos pasos dice –Ah, bueno, solo una cosa más.-

            -¿Sí…?-

            -No prohibimos las relaciones sexuales en este campus.-

            Asombrado Lavith piensa –Wow… ¿¡Qué ya tenemos confianza!?-

            -Pero hay un límite de cuotas que puedes tener…-

            -Claro.-
           
            -¿Sabes de que estoy hablando?- Pregunta Tommy mirándole.

            -¿Qué?-

            -¿Qué?-

            … Se produce otro silencio pero esta vez incomodo.

            -Lo siento, no lo entendí…- contesta Lavith con la mirada un poco baja y tapándose la nariz un poco.

            -No importa, solo pensé que… Olvida lo que dije.-

            -¿De qué hablas?-

            Con la mirada fija en el cuello, Tommy le dice –Solo veía el rasguño en tu cuello.-

            Se coloca la mano en su cuello señalando la cicatriz –Ah, ¿esto?-

            -Sí.-

            -Ah, es una cicatriz.-

            Un escalofrío recorre el cuerpo de Tommy –Entiendo…-

            -¿Y sobre el rasguño?- Pregunta Lavith apartando la mano del cuello.

            -Ah no te preocupes, no es nada, creí que era un chupetón.-

            Asombrado Lavith con tono alto pregunta -¡¿Chupetón!?-

            Tommy se acerca a Lavith diciéndole en voz baja –Pensé que eras salvaje, ya me entiendes, ¿no?-

            -¿Creíste que era un chupetón?-

            Se aleja un poco Tommy diciendo –Sí, los estudiantes se han puesto algo calientes últimamente. Y debo hacer algo, lo siento.-

            Calmado Lavith le dice –Ah, no te preocupes. Pero, ¿realmente parezco de ese tipo?-

            -Sí, la mayoría pensaría eso, especialmente con ese chupetón en el cuello.-

            -Ah…-

            -No te preocupes, nadie se dará cuenta si te tapas. Y actúa de forma natural.-

            -Tendré cuidado.-

            -Lo lamento, olvídalo. Debo irme ya.-

            -Gracias por el mensaje…- al terminar piensa –Y la advertencia, creo.-

            -No hay problema, me gustaría hacerte de guía…- dice Tommy con una sonrisa.

            -Está bien.-

            Tommy se dirige a las escaleras diciendo –Nos vemos más tarde.-

            …

            Aparta la mano de la nariz y estornuda –Él debe usar algún tipo de colonia, no me gusta.- Entra de nuevo en su cuarto.

Prólogo


            La cortina de la habitación del hospital se está moviendo. ¿Por qué estoy despierto? ¿Por el aire frío? O es alguien que me está observando… no… no lo es.

            Ruido… ¿el sonido de la tormenta? La ventana rota y pisadas allí…

            ¿Hay alguien ahí?

            ¿Sonriendo…?

            ¡…! ¿Eso es… la mano de un hombre…?

            Sus uñas son largas y afiladas… y parece su mano quemada.

            Agarra mi cuello, está diciéndome algo…

            La sangre sale a chorros de mi cuello… noto el dolor.

            Muriendo… ¿me estoy muriendo?

            Ojos… Su cara la he visto en algún lugar…

            …

            Un sueño… el mismo otra vez.

            Ahí está “la puerta”. Oigo el “canto”… Oigo su voz… Puedo oír a alguien cantar. La voz de una chica puede oírse en el viento.

            No, espera. Es una voz que nunca había oído antes. Mi corazón late. ¿Quién eres?

            …

            Tú eres…

            …

            “El contrato está terminando.”

            …

            ¿Quién eres?

            “Estoy aquí sin estar hechizado por el canto.”

            … Eres…

            “Pero todo terminó.”
            …

            “Escucha el canto…”

            ¡No!

            “Escúchalo otra vez…”

            No, no quiero.

            “El contrato está terminado”

            Cálmate…

            “Recuerda quien eres…”

            Tú eres… ¡Cálmate!

            Mi corazón palpita.

            …

            Que…

            “Eres…”

            Mi corazón vibra.

            “Eres…”

            Late más y más rápido.

            “…”

            …