Capítulo 44

            -Será mejor que vuelva luego o Yuta me mareará… ¿Habrá llegado Lucía al club de la ceremonia del té?-

            Se dirige al segundo piso del pabellón alfa y se detiene frente la puerta del club de la ceremonia del te pensando. –Tengo que conseguir que me enseñe la lista de nombres.-

            Hay un montón de estudiantes, intenta entrar en el cuarto del club de la ceremonia del té y escucha. –Ah… Lavith.-

            Alza la vista y ve a Lucía. –Lucía.-

            -¿Querías algo?- Pregunta ella tímidamente.-

            -Um, sí.-

            -Aquí hay demasiada gente… ¿Quieres salir al pasillo?-
           
            -Sí estás ocupada puedo volver luego.-

            Niega ella con la cabeza. –No, no te preocupes.-

            -De acuerdo.-

            Sale el muchacho al pasillo, y espera a Lucía. Caminando de un lado a otro piensa. –Parece estar muy ocupada. Creo que se dedica a controlar a la multitud más que otra cosa. Y además está intentando atraer a más gente al club.-

            Sale al pasillo Lucía disculpándose. –Siento haberte hecho esperar.-

            -No te preocupes.-

            Con tanta gente que atiende, aun conserva su rostro y voz serena. -¿Qué puedo hacer por ti?- Pregunta ella.

            -Quería agradecerte lo del pañuelo de ayer.-

            -No fue nada.- Dice ella con una ligera sonrisa.

            -Creo que ya me he acostumbrado al olor.-

            -Eso está bien.-

            -No es que me guste precisamente, pero…-

            -Bien.-

            Asombrado, el muchacho pregunta. -¿Te parece bien?-

            -Sí.-

            Se produce un silencio un poco molesto, pero lo rompe ella preguntando. -¿Nada más?-

            -Sí, otra cosa…- Levanta una ceja pensando. –Un momento, si le pido eso sabrá que sigo sospechando algo. Es bastante inteligente… Si al final lo va a descubrir, casi mejor que se lo diga directamente.-

            Lucía le mira esperando que le dijera algo, pero pregunta. -¿Lavith?-

            -Me preguntaba si me dejarías ver el registro de los nuevos miembros.-

            -¿El registro?-

            -Sí.- Afirma él.

            -¿Incluyendo el de los miembros antiguos?-

            -No, con el de los últimos meses me vale.-

            Cierra ella los ojos. –De acuerdo.-

            -¿En serio?-

            -Claro. ¿Ocurre algo?- Pregunta ella.

            -Oh… Nada.-

            -Ahora te lo traigo.-

            -¿Estás segura?- Pregunta el muchacho aún confuso de que aceptara.

            -Sí, siempre y cuando me lo devuelvas hoy.-

            -De acuerdo.-

            -Por favor, espera.- Se despide Lucía.

            La ve entrar al club y entra. –Vaya, ha resultado más fácil de lo que creía… Todo ese interés en el “aroma” y la personalidad de Lucía… No lo acabo de entender.-

            -Gracias por esperar.- Dice Lucía a espaldas de Lavith.

            Se gira para mirarla y dice. –No pasa nada.-

            -Aquí está.-

            -¿Todo esto?- Pregunta al ver la carpeta llena que le ha pasado.

            -Va desde Septiembre hasta ahora.-

            El muchacho mira la carpeta pensando. –Es un tocho de cojones para ser solo de tres meses.-

            -¿Me lo podrás devolver hoy?- Pregunta Lucía.

            -Sí, por supuesto. Ah, y otra cosa.-

            -¿Sí?-

            -¿Cuándo robaron el incienso?-

            -Mmm.- Se queda ella pensando. –Creo que… hará cosa de un mes.-

            -Gracias.-

            -Me molesta tener que pedirte que me lo devuelvas tan pronto.-

            -Nah, no te preocupes.-

            Lucía sonríe y vuelve a entrar al club de la ceremonia del té.

            -Joder, tiene una sonrisa preciosa… Ahora iré a algún sitio donde pueda pensar. Mmm… Ya sé.-

            Sube a la azotea.

            -Hace un día genial. Y no hay nadie aquí.- Piensa mirando alrededor. -Empecemos.-

            Se sienta en un banco y comienza a leer. Los párpados comienza a pesarles cada vez más. Los cierra y al rato los abre.

            -Joder…- Observa el cielo mientras reúne las hojas del registro diseminadas por el banco. –Creo que he pasado demasiado tiempo junto a la señorita Leticia. Ahora soy capaz de sobarme en casi cualquier sitio. Supongo que me he quedado dormido…-

            Comienza a leer y con un suspiro comienza a hablar. –Ahora lo veo claro. Hay dos tipos de personas interesadas en el “aroma”. Las clasificaré como a tipo A y tipo B. las del tipo A son los estudiantes que vienen todos los días, o casi todos y son bastantes constantes, la mayoría pertenecen a este tipo. Luego está el tipo B. De esas hay pocas. Conforme pasa el tiempo, acuden cada vez más frecuentemente al club de la ceremonia del té. Lo que quiere decir que empiezan a necesitar más y más “aroma”. Es como una especie de droga; son auténticos adictos a él. Tommy está entre los del tipo B… Pero desde hace un mes apenas va, y tampoco encaja entre los del tipo A. Es una teoría simple… Siempre lleva aroma con él, pero cada vez acude menos… Es bastante obvio, seguro que Lucía lo sabe también. ¿Por qué no hace nada al respecto?... Anotaré los nombres de los estudiantes del Tipo B.-

            Tras terminar de anotar mira al cielo y se relaja un poco. –Le devolveré a Lucía el registro lo antes posible.-

            Vuelve al segundo piso y se acerca a la puerta del club de la ceremonia del té. El club sigue tan saturado como de costumbre. Los miembros parecen muy ocupados…

            -Aquí está Lucía.- Piensa cuando la encuentre ente tanta gente. Se acerca a ella y la saluda. -Hola.-

            -Ah, hola.-

            -Gracias por la lista de nombres.- Dice él devolviendo la carpeta.

            -No hay de qué. Lo siento pero…-

            -Ya, sé que estás ocupada. Ahora me voy.-

            -Lo siento.-

            -No te preocupes. Adiós.-

            Sin decir nada más, abandona el club. Al salir al pasillo respira hondo pensando. –Joder, mira que había gente.- Baja a la planta baja y por el pasillo piensa. –Y ahora…-

            Dentro del despacho del decano se escucha discutir un poco alto. Se acerca a la puerta lentamente. –Escucho varias voces.- Piensa.

            -No confío en usted.-

            -No se preocupe, todo irá bien.-

            Entrecierra los ojos para concentrarse más pensando. –Es mi tío y Roberto.-

            Con tono serio dice el decano. –Eso espero.-

            -A día de hoy, todo va según lo previsto.-

            -De acuerdo, pero me da la impresión de que últimamente ha sufrido algún que otro problema.-

            -Bueno, debo admitir que tuve unos pequeños contratiempos pero…- Dice Roberto, pero le interrumpe el decano.

            -¿Contratiempo? Oh, ya veo. Lo comprendo.-

            Roberto se queda en silencio, y vuelve a hablar el decano. –En cualquier caso, tenga cuidado.-

            -De acuerdo.- Dice Roberto.

            Se escucha pasos de alguien acercarse a la puerta, por lo que Lavith se retira y ve como se abre. Roberto aparece y cierra la puerta esbozando una sonrisa. –Joder…- Dice Roberto bajo.

            El muchacho se queda quieto mirándolo. Roberto mira al muchacho y vuelve a ponerse serio. –Eh, Lavith.-

            -Hola.-

            -Tenemos nuestras diferencias, pero creo que podemos ser amigos. Cuento contigo.- Tras decirlo abandona el edificio.

            -Imagino que ya sabe que soy el sobrino del decano. Intentando ser majo conmigo, lamiéndole el culo a mi tío… Me pone enfermo, es una rata sin orgullo.-

            Se acerca a la puerta del decano y golpea.

            Toc, toc.

            -Adelante.-

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