Llega
al pasillo que hay delante de su habitación. Se ha ensuciado el uniforme de
tierra por haber cavado la tumba de Saburo.
-No
puedo entrar en mi habitación así.- Piensa Lavith mirándose la ropa. Coloca la
mano en el pomo pensando. –En fin, supongo que no tengo elección.-
Entra
de puntillas a su habitación. –Cogeré algo de ropa para poder cambiarme luego. Sin
tocar nada…-
Se
dirige directo a la ducha que está en el pasillo. Al llegar escucha a un par de
estudiantes duchándose. Al abrir el grifo de agua caliente comienza a
relajarse.
-Qué
gustito.- Mira al suelo viendo el agua deslizarse. Cierra los ojos pensando. –El
caso de la desaparición de personas... No me he comportado como debía delante
de María, pero estaba algo conmocionado. Existe la posibilidad de que exista
una red de crimen organizado. Si estoy en lo cierto, mi tío también debería
estar al tanto… Pero no viene a menudo. Podría ser que no lo supiera… Aunque mi
tío es más inteligente que eso. Fiu… Si resulta ser verdad, va a ser algo muy
complicado. Pero María es la única que lo dice suponiendo que sea quien dice
ser… ¿Habría revelado ese tipo de información a un amigo de la infancia? Igual lo
único que quiere es que me mantenga alejado de ella o algo así. No tengo ni
idea. No la he visto desde hace cinco años… Debería de acostarme pronto. Sí,
tengo que escribir el informe y entregarlo mañana al mediodía. Y todavía no he
podido hacerlo porque no tengo escritorio en mi habitación… Mañana haré
novillos, diré que me he resfriado. Entonces aprovecharé la ocasión para
escribir el informe en la sala de lectura de la biblioteca. Decidido… debería
acostarme ya, no sea que vaya a coger un resfriado de verdad.-
Termina
de ducharse y vuelve a la habitación tras haber tomado una reconfortante ducha.
-¿Qué bien sienta refrescarse… Es muy tarde… Puede que haga novillos, pero no
significa que pueda quedarme dormido.-
La
habitación está bastante fría, pero el cuerpo del muchacho está caliente
gracias a la ducha. –Debería meterme en la cama antes de que me resfríe…-
Se
dirige a la cama y se mete dentro. Cierra los ojos y se duerme.
…
…
…
-El
pasillo… está oscuro.-
…
…
-El
jardín Luna… está oscuro.-
…
…
-Las
pistas… están oscuras… ¿Qué hago por estas zonas? No puedo controlarme.-
…
…
Una
voz extraña pero familiar. -¡Ha sido un accidente! No volveré a hacerlo. Por
favor, perdóname.- Dice detrás del gimnasio.
Se
dirige allí pero pasa por encima de un charco… Agacha la cabeza por un instante
y no ve su cuerpo reflejado en el agua. Pero mirando al charco buscando solución
sigue en dirección a la voz.
-De
acuerdo, me iré.- Dice la voz.
El
muchacho cierra los ojos y al abrirlo se ve delante de Lucía con el dedo índice
vendado. Parece que está hablando con otra persona.
-Estoy….
Metido en el cuerpo de la otra persona… es un hombre… ¿Quién será?- Piensa
Lavith mirando a Lucía.
-Ya
estoy bien… No te preocupes tanto. Dice Lucía con una sonrisa. –Hoy estás
diferente… Pareces otra persona.-
El
muchacho agarra la mano de Lucía pensando. –Se ha movido sola… Pero este
uniforme es de otra persona… es de…-
-He
estado pensando en tu sueño.- Dice Lucía.
Cierra
los ojos Lavith y escucha el tintineo de un cascabel.