Capítulo 54



            Llega al pasillo que hay delante de su habitación. Se ha ensuciado el uniforme de tierra por haber cavado la tumba de Saburo.

            -No puedo entrar en mi habitación así.- Piensa Lavith mirándose la ropa. Coloca la mano en el pomo pensando. –En fin, supongo que no tengo elección.-

            Entra de puntillas a su habitación. –Cogeré algo de ropa para poder cambiarme luego. Sin tocar nada…-

            Se dirige directo a la ducha que está en el pasillo. Al llegar escucha a un par de estudiantes duchándose. Al abrir el grifo de agua caliente comienza a relajarse.

            -Qué gustito.- Mira al suelo viendo el agua deslizarse. Cierra los ojos pensando. –El caso de la desaparición de personas... No me he comportado como debía delante de María, pero estaba algo conmocionado. Existe la posibilidad de que exista una red de crimen organizado. Si estoy en lo cierto, mi tío también debería estar al tanto… Pero no viene a menudo. Podría ser que no lo supiera… Aunque mi tío es más inteligente que eso. Fiu… Si resulta ser verdad, va a ser algo muy complicado. Pero María es la única que lo dice suponiendo que sea quien dice ser… ¿Habría revelado ese tipo de información a un amigo de la infancia? Igual lo único que quiere es que me mantenga alejado de ella o algo así. No tengo ni idea. No la he visto desde hace cinco años… Debería de acostarme pronto. Sí, tengo que escribir el informe y entregarlo mañana al mediodía. Y todavía no he podido hacerlo porque no tengo escritorio en mi habitación… Mañana haré novillos, diré que me he resfriado. Entonces aprovecharé la ocasión para escribir el informe en la sala de lectura de la biblioteca. Decidido… debería acostarme ya, no sea que vaya a coger un resfriado de verdad.-

            Termina de ducharse y vuelve a la habitación tras haber tomado una reconfortante ducha. -¿Qué bien sienta refrescarse… Es muy tarde… Puede que haga novillos, pero no significa que pueda quedarme dormido.-

            La habitación está bastante fría, pero el cuerpo del muchacho está caliente gracias a la ducha. –Debería meterme en la cama antes de que me resfríe…-

            Se dirige a la cama y se mete dentro. Cierra los ojos y se duerme.

           

           

           

            -El pasillo… está oscuro.-

           
           
           

            -El jardín Luna… está oscuro.-

           

           

            -Las pistas… están oscuras… ¿Qué hago por estas zonas? No puedo controlarme.-

           

           

            Una voz extraña pero familiar. -¡Ha sido un accidente! No volveré a hacerlo. Por favor, perdóname.- Dice detrás del gimnasio.

            Se dirige allí pero pasa por encima de un charco… Agacha la cabeza por un instante y no ve su cuerpo reflejado en el agua. Pero mirando al charco buscando solución sigue en dirección a la voz.

            -De acuerdo, me iré.- Dice la voz.

            El muchacho cierra los ojos y al abrirlo se ve delante de Lucía con el dedo índice vendado. Parece que está hablando con otra persona.

            -Estoy…. Metido en el cuerpo de la otra persona… es un hombre… ¿Quién será?- Piensa Lavith mirando a Lucía.

            -Ya estoy bien… No te preocupes tanto. Dice Lucía con una sonrisa. –Hoy estás diferente… Pareces otra persona.-

            El muchacho agarra la mano de Lucía pensando. –Se ha movido sola… Pero este uniforme es de otra persona… es de…-

            -He estado pensando en tu sueño.- Dice Lucía.

            Cierra los ojos Lavith y escucha el tintineo de un cascabel.