…
Hay un chico de nos diez años persiguiendo a varias chicas. Estaba tan enfermo que no quería ir a la escuela. Estaba encerrado en una mansión más parecida a un hospital que a un hogar. No tenía ni parientes. Estaba tan sólo que ni siquiera se daba cuenta de que lo estaba.
Y un día, apareció una chica… La conoció cuando vagaba alrededor de la mansión. Se hicieron buenos amigos.
…
Ese chico soy yo.
…
“…”
Escucho un sonido.
“…”
“Ah…”
“El mayordomo me ha dicho que has estado bebiendo mucho últimamente.”
“¿Desde cuándo eres mi médico?”
“… He oído que has conseguido entrar.”
“Te lo habrá dicho el abuelo.”
“Es solo un paso más, pero felicidades, de todas formas.”
“…”
“Hemos establecido el entorno perfecto para ti. Espero que no me decepciones.”
“…”
“No pareces estar satisfecho.”
“En absoluto.”
“No lo olvides. Sigues infectado por una enfermedad desconocida. Hace cinco años sobreviviste a lo que podría haber sido tu muerte, y has recorrido un largo camino hasta aquí. No has vuelto a tener ataques, aunque nadie nos garantiza que ya estés bien. Todavía no sabemos nada sobre tu enfermedad.”
“…”
“Y no voy a permitir a un chico así vagar libremente por ahí.”
“Comprendo.”
“… Ya cometí el error de dejarte marchar en una ocasión.”
“…”
“No tuve en cuenta…”
“Fue culpa mía.”
“No, no tuve en cuenta que no habías tenido ningún contacto social anteriormente. Yo fui el culpable por no ser capaz de verlo.”
“…”
“…”
“¿Quieres decir algo?”
“Nada. ¿Te gustaría volver a la escuela?”
“Sí.”
“Entonces, así se hará.”
“…”
“¿Sabes que dirijo el colegio?”
“No, no lo sabía.”
“Tendrás que vivir en su residencia masculina, y está situada en un sitio un tanto extraño, pero estoy ganando mucho dinero con ella. Según el médico, hace cinco años que no tienes ataque.”
“…”
“Y ha dicho que ahora puedes vivir en una atmósfera social.”
“…”
“¿Te gustaría ir a la escuela?”
“¿En serio?”
“Sí. Hay grandes instalaciones médicas en las cercanías por si pasase cualquier cosa, así que es perfecto.”
“…”
“Pero si vuelves a tener algún tipo de ataque, te volveré a meter de inmediato en el hospital.”
“…”
“Bien, ¿qué me dices? No creo que sea un mal trato.”
“¿Por qué así, tan de repente?”
“Considéralo como una recompensa.”
“…”
“De acuerdo. Incluso te proporcionaré trabajo mientras estés allí.”
“¿Un trabajo?”
“No te preocupes, será fácil.”
“…”
“Cómo te he dicho, es obligatorio vivir en la residencia. Está lejos de cualquier sitio, así que los estudiantes tienden a estrenarse.”
“…”
“Hay ciertos lugares establecidos para que los estudiantes puedan relajarse.”
“…”
“Pero estoy convencido de que hay problemas que no logro detectar.”
“¿Y…?”
“Llevo la escuela por motivos exclusivamente económicos. No puedo ni quiero ocuparme de ella todo el tiempo.”
“…”
“Supongo que ya imaginarás adónde quiero llegar.”
“Quieres que espíe que hacen los demás.”
“¿No estás de acuerdo?”
“No me parece mal. Lo haré.”
“Decidido, entonces. Pero sólo debes informarme a mí, ¿de acuerdo?”
“Entendido.”
“Pero no eres un profesional, así que no esperes que soluciones todos los problemas habidos y por haber en dos días. Simplemente limítate a informarme si ves algo sospechoso.”
“…”
“Y ten siempre presente que sólo tienes que decírmelo a mí. Al resto de profesores les comunicaré la información estrictamente necesaria.”
“¿Y qué escuela es?”
“La escuela privada Asao.”
“Vaya… Una importante.”
“No, ERA una escuela importante. Ahora no es más que una cualquiera.”
“¿Cuándo empiezo?”
“Dentro de un mes.”
“De acuerdo.”